WISHBONE ASH - ARGUS (1.972)

 

A mediados de los setenta estaba descubriendo verdaderamente la música y viviendo como nunca la pasión por el rock'n'roll. Fue una época en la que me gastaba todos mis ahorros en comprarme discos a cascoporro, cuando aparecía por alguna tienda me gustaba llevarme un poco por la intuición, mi instinto no me solía fallar, aunque también solía llevarme algunas desilusiones. Y en una de esas excursiones en busca de joyas desconocidas dí con una banda de la que no sabía nada de nada, pero que en un primer momento me atrajo por esa propuesta tan atractiva que hacían al llevar dos guitarras en su formación, y a los que me enganché rápidamente, se trata de los británicos Wishbone Ash, y ese álbum del que me enamoré instantáneamente fue Argus.

Y hoy me apetece recuperar este Argus que grabaron en 1.972, porque es uno de esos discos de los que nunca quiero olvidarme, y que sin pensármelo ni un segundo sería uno de los primeros que engrosarían el cofre de las joyas musicales que me llevaría a cualquier isla desierta. Porque me parece uno de esos álbumes que en su conjunto son toda una lección de rock de melodías y guitarras sublimes, una excelente combinación a la que nunca me he podido resistir. Ya me engancharon desde el principio cuando empezaron a sonar por mis altavoces los primeros acordes de Time Was, esa pequeña introducción de guitarras acústicas con sus cálidas armonías vocales me parecieron sublimes, y ya cuando se desatan con ese desarrollo guitarrero tan descomunal en su parte final fue todo un éxtasis ! me quedé sin palabras ante tanta belleza sónica ¡. En la misma onda se situaba la hermosisima y muy delicada Sometime World, un tema precioso repleto de una belleza melódica irresistible, en esos momentos me encontraba como en una nube, era pura delicatessen guitarrera. A partir de aquí ya me tenían atrapado en sus delicadas redes sónicas. Y ya fue aparecer por mis altavoces la introducción de Blowin Free y fue todo un orgasmo, Wishbone Ash en estado puro, era pura magia guitarrera ¡ como podía resistirse alguien a ese doble punteo !. Y la cosa no se quedaría ahí, porque fue darle la vuelta al disco y empezar a sobrevolar por mi habitación King Will Come, con esas guitarras tan engañosamente frágiles y delicadas de inicio, porque a mitad de tema se vuelven rabiosas convirtiéndose en absolutas protagonistas y a partir de ahí ya me sentí atrapado por completo. La pausada y deliciosa folky Leaf And Stream nos da un pequeño respiro, uno de esos temas que te dan algo de paz. Las canciones ásperas y envolventes llegan con Warrior y Trown Down The Sword, dos momentos tremendos de auténtico rock armonioso combinados de manera explosiva y magistral, que ponen punto final a esta auténtica obra de arte.

Pocas veces he tenido la sensación que tuve con este disco y esta banda, como de estar asistiendo al nacimiento de algo muy grande, y de sentirme una especie de privilegiado por haberme percatado desde el comienzo de estar ante uno de los discos de mi vida. Y de una banda que a partir de aquí siempre me ha acompañado. ... Bueno, estaba ante una banda que ahora ya es para mí, simplemente, leyenda ...

Personal :

Andy Powell : Guitars, Vocals.
Ted Turner : Guitars, Vocals.
Martin Turner : Vocals, Bass.
Steve Upton : Drums.