BLOODROCK - BLOODROCK (1.970)



Después de unos cuantos días trayendo bandas de reconocido prestigio, vuelvo a echar mano de mi cofre de los olvidados para echarme al oído uno de esos discos que esta alejado de todo reconocimiento. Y como el hard-rock es un estilo musical con el que me encanta evadirme y naufragar, aquí traigo una buena píldora con el álbum homónimo del quinteto tejano Bloodrock, un álbum que tenía arrinconado desde hace bastante tiempo y ya no recordaba lo buenos que eran estos Bloodrock. Así que volver a sentir su música por los altavoces me ha producido un agradable placer. He escogido su álbum debut porque es uno de mis predilectos, y porque es el que más hard-rock rezuma por sus surcos. Aunque el resto de trabajos no se quedan atrás en su corto pero interesante legado y son de obligada escucha para los amantes del género.

Bloodrock surgió en la ciudad tejana de Forth Worth bajo el nombre de The Naturals allá por 1.963, luego vendría Crowd+1, aunque no fue hasta 1.969 que cambiaron su nombre por el de Bloodrock cuando encontraron algo de estabilidad en su line-up, el cual duraría poco porque tras la publicación de su álbum Whirlwind Tongues en 1.974, las desavenencias musicales y las idas y venidas les llevarían a la disolución. Fue un proyecto corto pero bastante respetable, siendo una excepcional representación del hard-rock setentero de calidad, porque los siete álbumes que nos dejaron tienen un marcado sonido hard típico de la época.

En su homónimo álbum, se refleja a una banda bien asentada y cohesionada instrumentalmente, con una buena base de hard-rock bastante maduro. Conteniendo temas directos, en los que sus dos guitarristas Lee Pickens y Nick Taylor son los encargados de aportar sus brillantes riffs y enérgicos solos. En el que destacan canciones como Timepiece, un medio tiempo hard-rockero con unos riffs en estado puro y unos solos excelentes, tanto por parte de sus dos guitarristas que están desatados, como del organista Stevie Hill que hace un buen trabajo. La poderosa Gotta Find A Way con la que abren el álbum y la trepidante Wicked Truth siguen por terrenos pesados, con unos buenos estribillos y una excelente batalla de guitarras y órganos. Otras canciones que tampoco tienen desperdicio son el cierre Melvin Laid And Egg, que es otro de los pelotazos del disco con unos afilados riffs, y la pegajosa Castle Of Thoughts. También tenemos algún tema más calmadito como es el caso de la más progresiva Fantastic Piece Of Architectur.

Sin duda alguna estamos ante un buen y asequible álbum de hard-rock, con unas canciones que desprenden dinamismo, de las que se escuchan con cierto agrado, aunque para ponerle alguna pega, la voz del cantante Jim Rutledge me deja algo frio y no me llena demasiado.  

Personal :

Jim Rutledge : Vocals, Drums.
Lee Pickens : Guitars, Vocals.
Nick Taylor : Guitars, Vocals.
Stevie Hill : Keyboards.
Ed Grundy : Bass, Vocals.


Comentarios

  1. Magnífico disco. Nunca me he lanzado a por el segundo e incluso el tercero me han dicho que estan muy bien. En fin supongo que todo se andará, jeje.

    Saludos compañero.

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  2. A mí el que me enganchó siempre fue este debut. Los otros tampoco desmerecen, el segundo es su trabajo más reconocido, sobretodo por el tema D.O.A que obtuvo cierto éxito, aunque no me parece tan abrumador como el primero. El Live tambien suena tremendo.

    Saludos.

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