SOFT MACHINE - BUNDLES (1.975)

 

Hoy me apetece adentrarme en uno de los mares que aún no he surcado, el del jazz-prog. Escuchar de nuevo este Bundles supone para mí revivir uno de mis primeros acercamientos a la esencia del sonido Canterbury de mediados de los 70,s, del que los Soft Machine fueron uno de sus primeros baluartes. Para mí escuchar sus canciones me ha supuesto recuperar gratamente una parcela sonora a la que solo podría recurrir pinchando discos de Caravan, Gong o Hatfield And The North, por poner un ejemplo.

Con este Bundles que registraron en el año 1.975, creo que Soft Machine dieron en el clavo, sirviéndonos un plato de suculento jazz-prog pero sin perder la senda del denominado sonido Canterbury, un disco, en el que la banda sufre un cambio musical muy importante y bastante radical con la entrada del guitarrista Allan Holdsworth que dota a la formación de un brío sonoro que resulta a todas luces espectacular, y que en esos momentos era lo que necesitaba la banda, dotar a su música de un poco de intensidad, porque daba la sensación que en sus anteriores trabajos se estaban estancando un poco en su sonoridad. Dando cuerpo a un conglomerado de temas que hacen las delicias de los que somos adeptos al " sabor Canterbury ", pero que seguro también las hará a cualquier oyente que tenga por gusto paladear un buen pedazo de jazz-rock setentero.

Quizás para algunos no esté entre los álbumes más influyentes de la banda y pudo suponer un paso atrás, aunque para mí, no me queda nada más que rendirme ante la evidencia de encontrarme ante un disco que va un paso más adelante en la trayectoria musical de los cinco de Canterbury. Los temas que nos encontramos en este Bundles están dotados de un músculo especial que engancha desde la primera acometida. Lo que más me hace disfrutar de este álbum es la intensidad sonora que emana de canciones como la extensa suite Hazard Profile que consta de cinco partes, en la que el portentoso solo que se marca Allan Holdsworth en la primera parte es para quitarse el sombrero, siendo todo un prodigio de expresión técnica a las seis cuerdas. Y que decir de la base rítmica, pues que se muestra muy sólida durante todo el tema. Una de esas piezas cuyo consumo empuja ( gustosamente ) a la reproducción indefinida ¡ simplemente brillante !. Otras porciones sonoras que calan en el oyente son la homónima Bundles, que nos deleita con un buen clímax sonoro, de nuevo con un apabullante solo de guitarra. Y la endiablada Land Of The Bag Snake que tampoco se queda atrás en su preciosismo sonoro. Las sonoridades más jazzy nos las encontramos en las deliciosas The Man Who Waves At Trains y Peff, en las que los instrumentos de viento se explayan a gusto. Dos deliciosos fragmentos de jazz atemporal.

Un disco que por momentos evoca el mejor resplandor jazz-rock de los gloriosos setenta.

Personal :

Mike Ratledge : Keyboards.
Karl Jenkins : Saxo, Oboe, Pianos.
JohnMarshall : Drums, Percussion.
Allan Holdsworth : Guitars.
Roy Babbington : Bass.