JUDAS PRIEST - SAD WINGS OF DESTINY (1.976)



Más y más metal del bueno que cae por estos Mares del Rock. Y lo hago con un disco que es ideal para empaparse de buenas vibraciones en este soleado puente de mayo. Y con la banda heavy por excelencia, mis admirados Judas Priest. Y del que para mí es uno de los mejores trabajos de heavy metal de toda la historia, sino el mejor, me estoy refiriendo a su álbum Sad Wings Of Destiny. Hacer una primera entrada de Heavy Rock y no hacerlo con este trabajo de Judas Priest sería todo un sacrilegio, así que para recibir las primeras notas por mis altavoces, me pongo de pie y saludo como se merece a esta descomunal obra de arte metalera, que es todo un clásico con mayúsculas, y que de vez en cuando tengo que hacerlo pasar por mis altavoces para insuflarme energía quinceañera.

Recuerdo la primera vez que apareció este pelotazo sónico por casa, fue a través de un amigo de la infancia que se llama Antonio ( va por ti esta entrada hermano ). En esos años era un incondicional de los Deep Purple, y todo lo que fuera poderío sónico le ponía a tope, siempre andaba buscando bandas que le destrozaran los tímpanos. Un día apareció por casa y me dijo ¡ pon este disco en el plato y dale caña, ya verás que pasada de banda ! ¡ te van a sorprender porque nunca has oído nada igual !.

Sin pensármelo dos veces, dejé caer con cuidado la aguja sobre el reluciente vinilo y los altavoces empezaron a escupir las primeras notas del instrumental Prelude, le dije a mi amigo ¡ me suenan a Queen !, y me dijo  ¡ esperate un poco al siguiente tema Tyrant !, y cuando aparecieron esos riffs de guitarra tan estratosféricos, no podía creer lo que estaba saliendo por los altavoces, era ardiente fuego hecho sonido, los derretía cual mantequilla, nunca había escuchado algo tan demoledor, mis oídos no estaban preparados para esa oleada sónica que inundaba la habitación. Mi colega me dijo, pues preparate para lo que viene porque es un sin parar, a partir de aquí fueron cayendo una tras otra, la grandiosa Genocide y su hipnótico riff, la deliciosa Epitaph, en la que me volvían a recordar a Queen por esos coros tan líricos, y la épica Island Of Domination, de nuevo con unos grandiosos riffs. Fue tal el estado de excitación que me habían provocado estos temas, que cuando tuve que darle la vuelta al disco, era puro nervio y era incapaz de apoyar la aguja sobre el vinilo sin rallarlo, así que le dije a mi colega ¡ ponlo tú que lo termino rallando y no es cuestión !. Y la cosa fue a mejor cuando empezó a sonar ese riff tan mágico e inmenso, que por momentos aturde de Victim Of Changes, la boca se me hacía agua y babeaba de placer, no me podía creer lo que estaba saliendo por mis altavoces, y ya cuando llegó la parte lenta en la que la voz de Rob Halford domina toda la escena cual ángel encantado y de pronto pega ese espeluznante grito que sobrecoge, ya flipaba en colores ¡ Simplemente sublime !. Y sin tiempo de respiro aparece otro pedazo de canción, The Ripper con ese riff bien firme e irrepetible. Y que decir de la emotiva y estremecedora Dreamer Deceiver, que nos deja hipnotizados con esa melodía de fuerza vocal arrolladora, que está repleta de preciosas guitarras acústicas y con ese pedazo de solo tan despampanante y maravilloso ( un  tema con un feeling muy especial que todavía me produce cierta emoción cuando lo escucho y me pone los pelos de punta ). Y como toda obra maestra que se precie tiene que concluir de forma sublime, pues nos echamos a la boca otro tema que tiene caña a chorros, Deceiver, con ese provocador riff de guitarra.

No tengo palabras para describir la sensación que me transmitió en esos momentos tal descarga sónica, pero cuando los altavoces se calmaron de tanto sonido increíble y monstruoso, solo sé que de mi boca salieron ¡ brutales, me parecen brutales !. Y a partir de ese instante, Sad Wings Of Destiny se convertiría en algo muy especial para mí, y Judas Priest en una de mis bandas de cabecera de esos legendarios años en los que el metal se apoderaba de mi cabeza sin remedio.

Personal :

Robert Haldford : Vocals.
K.K. Downing : Guitars.
Glenn Tipton : Guitars.
Ian Hill : Bass.
Alan Moore : Drums.

 




Comentarios

  1. En mi época heavy, Judas Priest también fueron una de mis bandas preferidas a raiz de descubrir este disco, para mí el mejor y unos de mis favoritos de siempre.

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