INCREDIBLE HOG - VOLUMEN 1 (1.973)

La década setentera acababa de dar sus primeras bocanadas cuando este buen trío londinense de efímera existencia llamado Incredible Hog se puso manos a la obra con el disco que nos ocupa hoy Volumen 1 que vio la luz a inicios de 1.973, y que en estos últimos días estoy absorbiendo de forma convulsiva y me está deleitando, ya que resulta ser toda una agradable andanada de hard rock vagamente bluesy, en el que los riffs de guitarra de actitud grasienta campan a sus anchas por todos sus surcos, de esos que se te aferran a tu cerebro. ... Una pena que no llegaran a romper un poco en este mundillo, y se quedaran solo en este único trabajo, porque tenían base para logros mayores, talento y actitud no les faltaba, pero incomprensiblemente no se comieron una rosca, a pesar de que tenían un sonido bastante convincente y unos trallazos que calan hondo, además de un guitarrista que sin ser nada del otro mundo, tiene su enganche y no lo hace nada mal durante todo el redondo ...

Como ya digo, es un disco a tener muy en cuenta, y aunque el cómputo general del redondo resulta de lo más satisfactorio, yo me quedaría con unos cuantos aldabonazos hard en los que ponen toda la carne en el asador, y que son los que más me están gustando en estas primeras pasadas por los altavoces, como en el caso de la cañera Lame con la que abren fuego, que tiene una efectiva y atinada onda glam. La estupenda Wreck My Soul, totalmente llevada al terreno bluesy, en la que se deja querer una buena armónica y unos flamígeros riffs. La vitamínica Another Time, que es mi favorita gracias a ese tono pegadizo que tiene y su feliz estribillo. Las vigorosas y palpitantes Warning y Tadpole tampoco desentonan, aquí tiran de artillería pesada pudiendo apreciar una dosis extra de carácter, con una excelente actuación guitarrera que se adhiere como una lapa al cerebro. O los desgarros hard-rockeros que son Burnout y To The Sea, dos auténticos pelotazos de una densidad sónica desbordante, con unas guitarras de auténtico delirio y fuerza. Aunque también hay otras de suave sonar en las que mantienen bien el tipo, entre la que destacaría el plácido tema, Execution, a mi personalmente es el que más me ha gustado, ya que es amable en tono y acariciadora en melodía, con unas guitarras de fina estampa. Y para finalizar el recorrido de las que mas me encandilan del disco, nada mejor que traer el instrumental The Stumble, un tema de actitud firme y machacona que encierra mucho blues áspero y rudo en su interior. Canción que cierra el redondo dejando un muy buen sabor de boca.

Resumiendo, que lo mejor es escucharlo, abandonarse, dejarse en manos de ese sonido aguerrido, ardiente, que si bien no encontraremos nada que nos resulte nuevo en este artefacto, eso está claro, en opinión de un servidor nos regalan un trabajo de actitud fibrosa y vigorosa sonoridad, echo con raza y enjundia hard-rockera, con unos temas que se dejan devorar con glotonería y que dejan sabroso regusto a su paso.

Personal :

Ken Gordon : Guitar, Vocals, Harmonica.
Jim Holmes : Bass.
Tony Awin : Drums.