Para cerrar con buen pie el año que está a punto de agonizar y, para que en el nuevo la vida se deje llevar lo mejor posible sin darnos demasiados disgustos.... nada mejor que darle al cuerpo una gran dosis de energía con algunas de las canciones que estaban en el saco de las preferidas para mis fiestas de adolescencia y que más petaban al personal, por lo que nada mejor que recordar en estos días de alegría y felicidad algunos de esos temas en formato video que mejor han aguantado el tipo de mi vida de teenager para iniciar el nuevo año como se merece....
Deep Purple - Black Night
Led Zeppelin - Black Dog
Golden Earring - Radar Love
Black Sabbath - Paranoid
Ufo - Doctor Doctor
Ram Jam - Black Betty
Grand Funk Railroad - We're An American Band
Nazareth - Razamanazz
Slade - Mama Weer All Crazy Now
Sweet - Ballroom Blitz
T. Rex - Get It On
Suzi Quatro - Can The Can
Marc Bolan/Elthon John/Ringo Starr - Children Of The Revolution
Jimi Hendrix - Hey Joe
Status Quo - Caroline
ZZ TOP - La Grange
AC / DC - High Voltage
¡ Que buenos recuerdos me traen todas ellas !, espero que las disfrutéis como lo he hecho yo al recopilarlos.... Os deseo a todos los que tenéis a bien pasaros por este tugurio un feliz año 2.017 repleto de salud, amor y sobre todo muchoooooooooo Rock 'N' Roll..... FELIZ AÑO A TODOS.
Otro de esos artefactos legendarios que en su tiempo me voló la sesera hasta la locura cae por esta casa, y al que este fin de semana le he quitado el polvo y lo he rescatado del baúl de los recuerdos volcándome por completo en su escucha, se trata del primer álbum en vivo de la incombustible banda germana Scorpions, el gozoso Tokyo Tapes del año 1.978. Y es que siempre es un auténtico placer volver a revisitar discos tan impresionantes como este... No es que sea un gran admirador de los teutones, todo lo contrario, su etapa comercial, a partir de mediados de los 80, no me emociona nada, me parecen bastante pastelosos, pero tengo que reconocer que su primera etapa, hasta este directo, si que tienen su punto y suenan con bastante fuerza, con unos cuantos discos más que satisfactorios, como es la trilogía formada por el" In Trance (1.975) "el " Virgin Killer (1.976) " o el " Taken By Force (1.977) " y, por supuesto este Tokyo Tapes que supone el cierre de su era más portentosa, y me parece el álbum que mejor demuestra su gran energía musical y el que mejor refleja lo poderosos que eran los Scorpions en esos primeros años.
El disco entero es cautivador de cabo a rabo, captando la atención del oyente inmediatamente con temas furiosos de armoniosos riffs, solos apoteósicos a cargo del excepcional Uli John Roth que raya a un gran nivel durante todo el disco, y con la particular voz del pequeño, pero gran Klaus Meine al frente dándolo todo y cautivandote al instante, en los que la fuerza e intensidad que muestran encima del escenario es absoluta, como el inicio sin concesiones que es All Night Long, o la arrasadora Pictured Life, o esa pura dinamita que es Polar Nights, con un incomensurable Uli John Roth dejando su toque Hendrixiano ¡ Cómo no!, o la vigorosa Robot Man entre otras, trallazos que te dejan sin respiración ¡ Ahí es nada !. Otros trepidantes pepinazos en los que sueltan cera hasta cansarse y que suenan potentes de cojones, son He's A Woman, She's A Man o Steamrock Fever. También los medios tiempos melódicos brillan con luz propia y nos proporcionan buenas vibraciones, como en el caso de la enorme In Trance, o la soberbia Well' Burn The Sky que te pone la piel de gallina con cada nota, ambas con un portentoso Klaus Meine dejando su sello personal, una voz aguda y muy melodiosa. Y para el final dejo una debilidad personal, la mágica Fly To The Rainbow, de nuevo con Uli John Roth dándolo todo en su onda Hendrixiana. ... Estas son algunas de las apuestas seguras de este magnífico directo, en las que atesoran todos los ingredientes que les hicieron ser una de las bandas más reconocidas del panorama metalero, magníficos riffs, guitarras contundentes, buena base rítmica y pegadizas melodías ... Ya está la fiesta servida.
Este Tokyo Tapes supone una de las cúspides de la extensa carrera de los Scorpions, en la que nos muestran una banda bien engrasada, demostrándonos el potencial y el poderío que hacían gala en sus directos de esos primeros años, en los que están apabullantes, demoledores y brutales, estas son razones poderosas para situar este directo en un altar .... A por el si todavía no lo habéis pasado por las orejas.
Personal :
Klaus Meine : Vocals.
Uli John Roth : Guitars, Vocals.
Rudolf Shenker : Guitar.
Herman Rarebell : Drums.
Francis Bucholz : Bass.
De nuevo volvemos a caminar por los senderos más áridos y ásperos en los que se mezclan los sonidos psych con las tonalidades garajeras, y lo hago con otra de esas bandas que recuperé del olvido no hace demasiado tiempo, como es el caso de la banda afincada en Phoenix que atiende al nombre de Twentieth Century Zoo y su excelente álbum Thunder On A Clear Day aparecido en 1.968. Un disco que fue recuperado en 1.999 por la disquera Sundazed Records para nuestro disfrute y en cuya edición en formato cd. lo sazonaron con unos cuantos singles y un par de temas outtakes, que terminan por hacerlo de lo más apetitoso y nos dejan en general un excelente trabajo de irrefrenable psycho, con unas cuantas sacudidas de alto nivel y que resulta toda una verdadera sorpresa para el oyente, porque el disco es toda una gozada.
Todo un viaje apasionante que nos deja momentos de psycho descontrolada que se te mete en vena de una forma descomunal con unas descarnadas guitarras fuzzy llenas de energía a borbotones y que te atraviesan la mente, como en la briosa Rainbow, la fogosa Tossin & Turnin, o en la genial You Don't Remember, tres buenas descargas de adrenalina musical para animar el espíritu. El tono más garajero en el que las guitarras eléctricas y el fuzz se comen todo lo que pillen por delante, y que también me convencen, se desliza maravillosamente en temas como Love In Your Face y su carraspeante riff, o en la fascinante It's All In My Head y sus guitarras quejumbrosas. También nos regalan algunas pasadas blueseras, como la amable Bullfrog, con unas guitarras que raspan, la emocionante Country, o la sensacional Blues Whit A Feeling, un blues de esencia clásica que se convierte en irresistible.....fantástico tema, posiblemente mi favorita. La delicadeza que acaricia los sentidos llega de la mano de la pausada, cálida y embriagadora Quiet Before The Storm, toda una delicia, o de la embaucadora versión que hacen del clásico de Edvard Grieg, Hall Of The Mountain King.
Al final es lo de siempre, un disco bastante desconocido creado por un grupo que no fue a más, pero, que siempre es una delicia toparse con este tipo de momentos que se convierten en algo realmente maravilloso y gratificante..... Si no tienes miedo ¡¡¡¡ Zambullete en su música !!! no cuesta más que el esfuerzo de disfrutar de el una vez que empieza a sonar por los altavoces.
Personal :
Bob Sutko : Vocals, Harmonica.
Paul "Skip" Ladd : Guitar.
Greg Farley : Guitar.
Allan Chitwood : Bass.
Randy Wells : Drums.
Giramos de dirección y nos damos un maravilloso paseo por los sonidos jazz-rock bien aderezados de tonalidades funky y blues, porque, eso es lo que nos ofrece este excitante disco que os acerco hoy llegado de la mano del combo británico If y su séptimo trabajo de nombre Not Just Another Bunch Of Pretty Faces aparecido en 1.974. Uno de esos vinilos que para servidor siempre su escucha le provoca cierto gozo y placer, por lo que de vez en cuando tengo a bien desempolvarlo del mueble que tiene a bien acogerlo con sumo cariño desde hace bastantes años y dejar que el discurrir de la aguja por sus desgastados surcos provoque que los sonidos que escupen los altavoces sigan enganchándome como antaño y dejar que las emociones y los sentidos vuelen alto.... porque el poder de su música me lleva lejos muy lejos....
Si en sus primeros trabajos su música tenía una orientación jazz-rock bien definida, a partir de 1.974 tras muchos cambios dentro de la formación ( solo quedaría de los originales el saxofonista Dick Morrissey ), su sonoridad derivaría a una línea más jazzy de tonalidades funky con algunos deslices bluesy, pero, siempre expresada con un toque de calidad. Deleitándonos hasta la extenuación en temas como la monumental Stormy Every Weekday Blues, en la que nos demuestran su capacidad como instrumentistas, con un descomunal Dick Morrissey a los vientos, y una cabalgada guitarrera absolutamente apasionante a cargo del excepcional guitarrista Geoff Whitehorn, un descomunal blues para disfrutarlo a tope cada vez que se vuelve a el. El jazz rock abrasador es algo evidente en temas como el instrumental Follow That Whit Your Perfoming Seals, de nuevo con un excelso solo de guitarra y unos sublimes vientos. También hay pasajes del disco que son de un claro contenido funky-jazz como es el caso de la animosa In The Winter Of Your Life, y la ardorosa Borrowed Time, en la que ese toque funky de la guitarra, acompañado de unos compactos vientos que le dan a los dos temas un inmenso poderío que te ponen en órbita al instante. En otros se deslizan por sonidos más duros como en el cierre I Believe In Rock & Roll.... Excelentes temas que representan un abanico de sonidos de muy diversa factura, en los que dejan sentir el sello de un grupo que lo hacía más que bien.
Un disco que si bien no se puede considerar como la joya de la corona de su extensa discografia, si que tiene un valor incuestionable en cuanto a la propuesta que desarrollan y el gran sonido que ofrece.... cosas que merecen la pena como para pasar un buen rato con su escucha.
Personal :
Dick Morrissey : Saxes, Flute.
Cliff Davies : Drums, Synthesizer, Vocals.
Geoff Whitehorn : Guitars, Vocals.
Gabriel Magno : Piano, Organ.
Walt Monaghan : Bass, Vocals.
Seguimos moviéndonos por los sonidos excitantes fabricados por bandas lejanas en el tiempo y relativamente, poco conocidas y, como en mi caso, no hace mucho que llegaron a mis castigados oídos, y cuya escucha me siguen proporcionando placer y me resultan tan vivas y estimulantes como cuando salieron a escena, como es el caso de la banda que tiene a bien inundar con sus sonidos este tugurio en día tan desapacible. Se trata del interesante power-trio Angelino de tonalidades hard-blues, Chariot y su álbum homónimo que nos entregaron allá por 1.968. No es que estemos ante un grupo con el que nos sintamos aplastados por su enérgica música, que sean un torbellino instrumental, eso no, pero aclarado esto, si que hay que reconocer que es un grupo a tener en cuenta dentro de la excitante generación de bandas americanas que tomaron el hard-blues como bandera y quedaron en el olvido sin llenar portadas de revistas musicales.
Se podría decir que el disco se escucha con gusto, sin grandes sobresaltos durante todo el recorrido, en el que los mejores instantes aparecen cuando las guitarras fibrosas empiezan a marcar territorio con su grasienta mezcla de blues y hard rock, destacando la magnifica Gamblin' Man, en el que las guitarras rugen en rugosos riffs, terminando por ser uno de los puntos fuertes del disco, la pantanosa Home Wreckin' Mama es otro tema realmente brioso, o el blues de reptante sonoridad Poor Man Blues, buen tema para poner un gran punto final al disco. También nos encontramos excelentes cortes en los que se colocan en tesituras más rockeras, como en la festiva Variety Woman, con sus coros, buena melodía vocal y esas arrastradas guitarras liderando el tema de forma magistral, en el tema que abre brillantemente el disco Yolanda Jones, o en la grasienta Got To Be A Lover con esas punzantes guitarras reinando por todo lo alto. Por el mismo sendero que estas últimas llega otro excitante momento de radiante actividad You Let Me Love You, otra favorita personal.
Lo cierto, es que sin ser un enorme trabajo, si que es uno de esos discos que al finalizar su escucha te deja un buen sabor de boca y ganas de volver a echártelo al oído en posteriores ocasiones porque tiene algunos momentos más que interesantes.
Personal :
Michael Kaplan: Guitar, Vocals.
Larry Gould : Bass, Vocals.
Pug Baker : Drums.
Hoy que está el día tristón, vamos a darnos una buena bofetada sónica para levantarnos el ánimo con esta potente banda radicada en San Diego y que atiende al nombre de Glory, y lo vamos a hacer con su único álbum que fue grabado en directo en los estudios Radio Station KPRI en 1970, cuyo título es On The Air. Un disco que suena brutal y no tiene desperdicio alguno, es pura adrenalina en el que las guitarras te queman con sus hirientes riffs y punteos abrasivos, además es una buena manera de reventar mis torturados altavoces, y vaya si lo hacen.
Un disco que se lanza a la yugular desde que la aguja se posa en el primer surco y ya no hay escapatoria que valga, porque, lo que uno se encuentra cuando empiezan a tronar los altavoces es puro acero lleno de fuego, y eso se deja sentir ya desde el primer corte que empieza fuerte Mornin' Ride donde los diabólicos riffs suenan durísimos y la base rítmica contundente, poniéndote alerta de lo que te vas a encontrar a continuación, canciones que no te dan un mínimo respiro, con unas guitarras tremendas y la voz, muy bien, dándole fuerza al cotarro, como en la matadora versión que hacen del clásico Who Do You Love, una auténtica salvajada sónica capaz de resucitar muertos con ese riff omnipresente tan poderoso, a mi sinceramente oírla a volumen me levanta la moral. Otra que es pura descarga de adrenalina es la corajuda Slow Back que te deja sin respiración con un tratamiento de las guitarras que es brutal ( cómo en todo el disco ), con un riff super duro que es toda una patada en la cara ¡ Pura tralla !. Y que decir de la contundencia de Another Man Gone Done y de la aguerrida Bird Run, dos musculosos temas que te dejan anodadado por completo bajo su hipnótico influjo... En el instrumental Cantaloupe Moon vuelven los sonidos potentes aderezados con una buena dosis de velocidad guitarrera. Tampoco está nada mal la versión que se montan del clásico rock'n'roll de Chuck Berry, Little Queenie.... Una buena manera de cerrar este contundente trabajo. ... Creo que estos temas que destaco son lo suficientemente potentes como para que no puedas despegar tus oídos de su escucha ...
En definitiva, un grupo a reivindicar, que en estos últimos días se ha convertido en otra de esas bandas que siempre despierta mi interés... Por mi parte, ya me he dado el gustazo de reventarme los oídos con este auténtico artefacto sónico, además, lo he escuchado con las ganas de antaño.
Personal :
Mike Millsap : Vocals.
Jack Butler : Bass.
Jerry Raney : Guitar.
Jeff Jones : Guitar.
Jack Pinney : Drums.
Continuamos con nuestros delirios musicales por tierra de canguros con otro de tantos grupos aussie que al que suscribe le producen emociones fuertes y que merece la pena reivindicar por su calidad y buen hacer..... Si en la anterior entrada pasaron por esta casa los magníficos Kahvas Jute, en esta ocasión le toca el turno a otra banda íntimamente ligada a los anteriores a través de la guitarra de Tim Gaze con los que compartió parte de su trayectoria ( en concreto en su segundo trabajo ) y sabor musical, como fueron Tamam Shud y lo hago con su presentación en sociedad Evolutión, un excelente impacto sonoro que se recrea en ese sonido añejo y crudo que representa el hard psych de serena furia y que fue parido en 1.969, y que según mi opinión es de sus dos trabajos, el que más me satisface y el que resume maravillosamente lo que el grupo fué.
Un disco con los ingredientes habituales del hard psych de trazos oscuros, guitarras de desgarrador empaste, por momentos tremendas y sinuosas melodías de pastosa vocalidad que funcionan a la perfección en su pase por oídos, esto queda patente en canciones de contundente aspereza como la inicial Music Train-Evolution o la demoledora Mr. Strange, realmente tremenda. En otras aparecen sonoras guitarras fuzz y sugestiva melodía como en el caso de la maravillosa Lady Sunshine. Mismos derroteros de crepuscular ataque sónico y descarnadas guitarras llevan Falling Up, la aguerrida I'm The One o la deliciosa It's A Beatiful Day, temas que enganchan y te dejan atado a lo que resta del disco. Otros temas que atrapan oídos y que resultan más ácidas y directas, son la encendida y entregada Feel Free con sus aires bluesy de voracidad apabullante, o la áspera rotundidad de Too Many Life y su fulgurante guitarra de desgarrador tono.
Recomendable escucha la de este Evolution, que aunque no tuvo demasiado recorrido por estos lares, a mi desde el principio que pasó por los altavoces me enganchó.... Además, sirve para el que ose echárselo al oído pueda descubrir y gozar de la excelente Música que se hacía en el país de los canguros en esos mágicos años.... ¡¡¡ Atrévete !!! porque encontrarás en él un universo sonoro excepcional que sigue disfrutándose aún décadas después.
Otra arrebatadora banda australiana de esencias hard-psych que se deja caer por este territorio, y es que siempre da gusto volver a este tipo de bandas a las que el inmerecido olvido se cebó con ellas, y en mi caso es debilidad lo que siento por este tipo de joyitas setenteras, porque disfrutarlas y posteriormente poder reivindicarlas en esta casa siempre me produce una gran satisfacción, y es que no solo de genios vive el hombre.... Y es que los australianos Kahvas Jute me han sorprendido gratamente con su más que satisfactorio álbum Wide Open aparecido en 1.971, que tras un par de escuchas me ha parecido un excelente trabajo y lo recomiendo sin dudarlo. La banda está pilotada de forma significativa por sus dos guitarristas Tim Gaze que provenía de otra excelente banda aussie como Stonehenge, así como Dennis Wilson que también está enorme en el trato de las seis cuerdas, ambos rayan a buen nivel durante todo el recorrido. También destacaría el buen hacer de Bob Daisley reputado bajista que años más tarde formaría parte de bandas tan justamente bendecidas dentro del panorama hard rockero como Rainbow, Gary Moore o Ozzy Osbourne... casi nada al aparato.
Un disco cuyo denominador común es que casi todas las canciones que contiene son una gozada, a mi particularmente me han atrapado unos cuantos temas en los que sumergirse en su escucha se ha convertido en un deleite y una caricia para los oídos, como es el caso de la reconfortante Up There con sus jugosas guitarras y perfecta arquitectura melódica, la inspirada delicadeza de Vickings, o esa pequeña delicia acústica titulada Steps Of Time, que es otro de mis momentos favoritos, estupendas las tres, me encantan y me atrapan por igual. En otras arremeten con fuerza predominando los sonidos más ásperos y aguerridos gracias al poderoso sonido de las guitarras, como en la incisiva She's So Hard To Shake con ese rasposo y musculado riff que hipnotiza y su punteo afilado, cuanta fuerza hay en este tema, madre mía... o el indómito ataque eléctrico que transmite la energética Parade of Fools, con unas incisivas guitarras que te traspasan y te elevan, esta canción tiene magia, me ha cautivado al instante ... Un ultratemazo que supone de lo mejor del disco en opinión del que suscribe. Difícil no disfrutar con estos apetecibles temas de fácil asimilación.
Estupendo disco el de estos australianos, desapercibido en su tiempo, como tantos otros, pero, que con la debida paciencia, puede conquistar a más de uno que se atreva a darle un merecido repaso, como ha sido mi caso.... Seguro que no decepciona.
Personal :
Tim Gaze : Guitar, Vocals.
Bob Daisley : Bass.
Dennis Wilson : Guitar, Vocals.
Dannie Davidson : Drums.
Vamos a zambullirnos en la vigorosa música que nos dejó para nuestro gozo los neoyorkinos Jukin' Bone, otro grupo que se quedo en poco y a los que descubrí tardíamente, pero que dieron todo lo que tenian, y era mucho, en sus dos adictivos trabajos que están repletos de ese buen hard rock de tonalidades bluesy que levanta astillas cuando suena por los altavoces. Ambos son tremendos, pero, para esta ocasión he escogido su primera entrega acaecida en 1971, que fue el primero que escuché ( y el que más he profundizado ) y me dejó completamente anonadado y noqueado por su contundencia sónica, y que lleva el nombre de Whiskey Woman, y porque de los dos es el trabajo en el que más se aceleran los ritmos y su música resulta más dinámica y pegajosa, con unos rocosos ambientes hard rockeros que galopan a lomos de sólidos y directos riffs que están repletos de fuerza e intensidad, con un sonido abrumador que subyuga al oyente por su poderío.
Un disco potente y sin medias tintas en su discurrir, con unos temas de buena pegada sónica que están grabados en una sesión en directo en los estudios Electric Ladyland y que se escuchan con sumo placer de principio a fin, en el que alternan temas bastante duros donde el volumen de las guitarras sube notablemente, con algunos momentos memorables, como es el caso de la poderosa Spirit In The Dark, todo un enérgico trallazo, sembrado con un cortante riff tremendamente adictivo que se apodera de ti al instante, como también lo hace la impactante Whiskey Woman con ese riff tan pegajoso y su contagiosa melodía, tampoco se queda atrás en poderio Candy Man y su ritmo cadencioso. Tres soberbios trallazos hard que transmiten perfectamente el espíritu de la banda, intensidad eléctrica a raudales, que hacen que te enganches al disco a la primera. Otras joyas ocultas a las que podemos acudir para disfrutar el momento, son dos gozosas versiones que te dejan bastante satisfecho, como es el caso de la demoledora Going Down de Don Nix o la inmensa The Hunter del gran Albert King. ... está claro que estas que traigo a colación son las que me han atrapado y cautivado al instante, pero el resto del repertorio tampoco desentona ...
Un disco accesible y de fácil escucha, con unas buenas canciones de sonido afilado, que probablemente a su término querrás volver a escuchar porque te habrán hecho pasar un rato de puta madre.... Y esto es lo que mejor se puede decir de él ...
Personal :
Joe Whiting : Vocal.
Mark Doyle : Lead Guitar, Piano.
George Egosarian : Rhythm Guitar, Slide Guitar.
John DeMaso : Bass.
Tom Glaister : Drums, Percussion.
Lo que hace que este disco me resulte tan adictivo ( al que me he enganchado perdidamente en estos últimos días ), no es solamente la fortaleza instrumental que despliegan los nipones Blues Creation durante todo el recorrido del álbum, que es bárbara, sino la interpretación y la voz de Carmen Maki que, sencillamente, demanda ser escuchada una y otra vez. Y es que la personal y mágica voz de la nipona te atrapa y te lleva con ella de la mano de una voz seductora cual sirena tentadora, que engancha lo suficiente como para que una vez que empiezas a escucharla ya no puedas despegar los oídos de los sonidos que salen por los altavoces.... en un recorrido que se nutre de sonidos acid blues y heavy psych en los que el irresistible embrujo de la acariciadora voz da paso a unas guitarras distorsionadas y reverberadas, hirientes y afiladas, manejadas de forma majestuosa por el impresionante guitarrista nipón Kazuo Takeda, todo un portento a las seis cuerdas... Creo que esto es suficiente ¿no? como para caer en las redes de este maravilloso trabajo.
No, no resulta nada facil sustraerse al embrujo de la voz de Carmen Maki... Ni ganas que tiene uno de hacerlo, una vez que empieza ya es demasiado tarde. El disco empieza fuerte, intenso con Understand, en la que nos golpean durisimo con un riff pesado y la poderosa voz de Carmen Maki haciendo nuestras delicias, a partir de aquí empieza a atraparte por completo bajo su nebuloso influjo con temas en los que la agresividad deja paso a la calma dejando que el sonido de la guitarra se atenúe, entrando la acústica en escena, como es el caso de la sedosa And You. A partir de aquí aparecen unos majestuosos y ácidos blues Lord, I Can't Be Going No More y la demoledora Empty Heart, simplemente brillantes con sus adictivos y contundentes solos, que seguidas una tras otra elevan a lo mas alto el tramo central del álbum. Las briosas guitarras que desprenden chispas con sus punzantes riffs lucen de nuevo en la abrasiva Motherless Child, y de nuevo otra gozada bluesy hace las delicias del oyente en I Can't Live For Today, como tampoco tiene el menor desperdicio la dinámica Mean Old Boogie, y para cerrar este cojonudo trabajo nada mejor que una versión del clásico St. James Infirmary, en el que Takeda nos muestra de nuevo su habilidad con las seis cuerdas marcándose un solo descomunal.
Discazo muy recomendable... en fin, que hay que escuchar a estos nipones, dificilmente te dejaran indiferente. Eso si, si lo haces volumen al máximo... Es más, me ha dejado tan buen sabor de boca que creo que voy a repetir.
Continuando por los senderos de la música eterna que tanto nos apasiona y nos pone cuando la pasamos por nuestras orejas... Y como últimamente vamos más de bandas de trayectoria efímera que de mitos y leyendas, pues continuamos por ese territorio de mordaz psycho por la que transitamos con cierta frecuencia por este tugurio, y lo hacemos con otro grupo natural de Ohio que atiende al nombre de Freeman Sound y que parieron en los inicios de los 70's un apreciable trabajo de título Heavy Trip que inunda nuestro cerebro de una enaltecida Heavy psych de notable intensidad sónica.
El disco creado por Freeman Sound es un pequeño cofre del tesoro que al abrirlo va escupiendo al aire variados momentos de ingravidez sonora en clave de destacada psycho, entre una garganta correctamente trabajada con guitarras que saltan poderosas a base de riffs calientes que golpean tus sentidos y solos que aplastan cuando deben. Es cierto que algunos temas son superlativos, como esa poderosa maravilla llamada If I Could Only con su riff duro y constante y áspera factura vocal que hace que te levantes de tu letargo a la primera escucha, o como esa entrada a saco que es la inicial Tomorrow Is Plastic en el que las guitarras fuzz te arañan la piel, o la tremenda versión que hacen del clásico country 16 Tons dándole un toque totalmente desgarrador ¡¡¡ Fascinantes las tres !!!. También se dejan caer instantes más serenos de susurrantes melodías soltadas con gusto y exquisitas guitarras como es el caso de All I Need, la encantadora Wanting To Be Free, o la magistral All Roads Lead Home con ese pegajoso riff tan hipnótico que te eriza la piel. Me encanta Singing My Own Song cuando te golpean los sentidos con esa risueña melodía vocal y ese riff punzante que es una auténtica delicia. Aún existiendo canciones que sobresalen del resto, ese resto no desentona en absoluto y tienen una calidad realmente buena, como es el caso de On The Way o la meritoria Get It While You Can con las que recobran su vigorosidad en la parte final.
Bueno para ser sinceros si que hay un tema que para mi desentona de entre el resto, y son los más de 17 minutos del tema Heavy Trip#70, un desbarrado tema que a mi me sobra, una extraña locura sonora en la que entre espectrales voces, efectos y distorsiones que lo envuelven todo, van dejando retazos de canciones de diferentes estilos, algo difícil de digerir sin anestesia, lo dicho se lo podían haber ahorrado y les habría quedado un disco de altos vuelos.
Pero eso no quita que se pueda degustar el resto de canciones que contiene el álbum con auténtica satisfacción... En definitiva, un trabajo más que estimable.
Personal :
LJ Fortier : Drums.
John Harrow : Guitar.
Kurt Sunderman : Rhythm Guitar.
Ray Escott : Vocals, Percussion.
Buster McCarthy : Bass.
Otra pequeña delicatessen cae por esta casa, de esas que uno va encontrando picando por aquí y por allá dentro de la red y con el tiempo uno agradece cuando lo escucha atentamente en momentos de cerveza ( santa medicina) o ... lo que sea menester para degustar como se merece el estremecedor impulso de los sonidos embaucadores que salen de los castigados altavoces. Vamos a lo que vamos que me despisto, así que de nuevo vuelvo a pasear otro grupo perdido en el tiempo que tuvo un recorrido corto pero bastante interesante como es el caso de los californianos de tono ácido Tripsichord ( o también conocidos como Tripsichord Music Box ) y su álbum homónimo de 1.970. Banda que encuadraríamos dentro de la corriente Frisco Sound que explosionó a mediados de los 60's y cuyos mayores exponentes de este sonido ácido fueron bandas como Quicksilver Messenger Service, Moby Grape o los Grateful Dead entre otras y con los que esta banda pisaba territorios comunes en lo musical. Presentándonos un trabajo de rotunda fortaleza sónica en el que agrupan conceptos como el acid-rock, country lisérgico, incluso pinceladas de psicodelia, esa que cuenta con guitarras dotadas de enérgica disposición secundadas con efectivas melodías perfectamente dibujadas como su mejor arma para ganarse al oyente para su positiva causa, lo que hace de su escucha un ejercicio sencillo y fácil, que no precisa esfuerzos titánicos ni invita a ello tampoco.
En cuanto enchufas el primer tema a las orejas On The Last Ride ya pareces encontrarte bajo el influjo de sustancias ácidas gracias a unas arrebatadoras guitarras lisérgicas y melodía carnosa. Tras este inicio tan anfetamínico nos espera un recorrido con altibajos pero con gozosos momentos, entre los que destacaría los aromas country de bella factura vocal de temas como We Have Passed Away o de la armoniosa The Narrow Gate. Las infecciosas guitarras hacen su aparición para desgarrar silencios en la fibrosa The New Word y en la estupenda Short Order Stewart, en la que giran a una especie de blues de riff realmente seco y duro ¡¡¡ Una gozada !!!. El tono más embriagador llega con la maravillosa Fly Baby, un tema que rezuma Grateful Dead por los cuatro costados, que está deliciosamente embadurnado de lisérgicas guitarras y sedante melodía que provoca sensaciones simplemente alucinante, uno de los temas cumbre del álbum. En otras, como el fantástico bonus Family Song nos llevan por un viaje alucinante de arrebatada psicodélia de tonos prog en guitarras exuberantes y órgano intenso, realmente fabulosa, otro excelente tema de altos vuelos.
Un grupo con influencias marcadas de muchos grandes, pero a los que no copian y que recomiendo a todos aquellos amantes del Frisco Sound, y que pequen ( como un servidor ) de curiosos... poco se pierde, creo que puede sorprender, a mi me ha sorprendido, y debo decir que gratamente.
Personal :
Frank Straight : Guitars.
Dave Zandonatti : Bass, Vocals.
Oliver McKinney : Keyboards.
Randy Gordon : Drums.
Bill Carr : Guitar, Vocals.
Volviendo sobre los pasos de esos adictivos sonidos que me hicieron amar la Música, en esta ocasión doy un giro hacia un Heavy psych más atractivo, ese en el que las musculadas guitarras y las fluidas melodías toman el mando proporcionándote unas descargas emocionales que te agarran y no te sueltan envolviéndote en una atractiva atmósfera nada desdeñable, y para gozar de esas intensas sensaciones nos encontramos de nuevo con otro de esos estimables olvidados que tanto me apasionan y que han pasado por mis orejas recientemente, como es el caso de los británicos Horse y su notable álbum homónimo aparecido en 1.970, un excelente artefacto que aun sin contar con grandes canciones que sobresalgan sobre el resto, si que consiguen cuajar un sonido bastante compacto durante todo su recorrido, que es donde radica su secreto, dejando una sensación bastante satisfactoria al oyente.
Un solvente trabajo que posee fenomenales cortes del más meritorio heavy psych con los que logran envolverte en su resonancia tan penetrante, las buenas sensaciones llegan ya desde la inicial The Sacrifice, en la que crean un entorno sónico intenso acompañado de una turbadora interpretación vocal y aulladora melodía, similares derroteros sónicos nos encontramos en la efervescente To Greet The Sun, la vigorosa Freedom Rider, con ataques algo más rockeros, o la racial Lost Control y su pegajosa melodía, tres meritorias piezas repletas de fibrosos riffs y soleadas melodías. También nos presentan algunas piezas de trato más sugerente, pero sin perder el fulgor guitarrero, como es el caso de Step Out Of Line, la soberbia SeeThe People Creeping Round a golpe de riff sonoro y poderoso... además de adictiva en su estimulante discurrir sónico, tal vez mi favorita, y Heat Of The Summer, de interesantes guitarras y pegadizo estribillo como en el anterior corte. Tampoco son desdeñables algunos apacibles cortes de envolvente atmósfera y deliciosa escucha, que entran con suavidad y dejan un regustillo más que agradable, como es el caso de la plácida And I Have Loved You, y el cierre Step Out Of Line, otro de los momentos que más me llaman la atención.
Buen y recomendable disco, a mí en estos últimos días reconozco que me tiene enganchado, cada escucha me conquista un poco más, y lo recomiendo sin paliativos ¡ Atreveros con el ! es de los que se merecen una escucha poco ambiciosa, pero que tendrá recompensa... ya me entendéis.
Personal :
Adrian Hawkins : Vocals.
Rod Roach : Guitars.
Colin Standring : Bass.
Ric Parnell : Drums.
Dejamos de lado los sonidos más densos e intensos de las últimas entradas para darnos una vuelta por esa psicodelia de tonos pop que acaricia la piel y que algunos quemamos a base de bien en el pasado, y estoy hablando del excelente The Everlasting Love Affair que es como se titula el primer trabajo de los británicos Love Affair que vió la luz allá por 1.968. Un disco gratificante en todo su contenido que últimamente tenía bastante olvidado, pero que en estos días está volviendo a hacer las delicias de este empedernido escuchador, en el que nos dejan pinceladas de radiante psicodelia mezclada con un efervescente pop y algunas gotas de soul de popero poso, todo ello repleto de unas perfectas construcciones melódicas de irresistible gusto en voces de las que dejan gozo en el oyente, que es como un viaje temporal a los años sesenta, cuando había algo por lo que cantar y soñar.
Con el primer y colorido corte Everlasting Love que está maravillosamente orquestada, y que deja una impronta de lo que nos deparará la escucha entera, aires de psicodelia con acento de animoso beat que llegaría a lo más alto de la lista de éxitos. El buen rollo que provoca el inicio continua en temas de soleada linea melódica, como es el caso de la crepuscular So Sorry de cálidos coros y vibrante guitarra ¡ realmente estupenda !, de la luminosa Rainbow Valley con unos arreglos de metales maravillosos, o la animosa de tonos soul A Day Whithout Love con sus estupendos coros. Las melodías de acento pop con un tono más sosegado llegan de la mano de la gratificante Once Upon A Season, la acariciadora Please Stay, o la sedosa The First Cut Is The Deepest. Más briosas suenan 60 Minutes (Of Your Love ) con cierto toque lisérgico, y la fascinante The Tree de encendida guitarra. Luego tenemos algunos clásicos realmente emocionantes que no hay que perderse, como la fenomenal Tobacco Road pletórica de fuerza e intensidad, la radiante Hush con su melodía pegadiza y ritmo encendido que en estos días está sonando mucho en mi equipo, o la embaucadora Handbags And Gladrags, otro tema que no me canso de escuchar, tres temas que justifican por si solas la escucha de este álbum y que son suficientes para ganar a un servidor a la causa, y que tengo claro que se van a quedar durante un tiempo en mis oídos.
Un trabajo destacable con algunos momentos excelentes y que se escucha con mucho gusto, porque está repleto de disfrutables melodías cantadas con pasión y extraordinaria voz que son vitamina contra estados de aburrimiento y cierto bajón post-verano.
Personal :
Steve Ellis : Vocals.
Morgan Fisher : Keyboards.
Mick Jackson : Bass.
Maurice Bacon : Drums.
Rex Brayley : Guitar.
De nuevo nos vamos hacia atrás en el tiempo para conectar con esa época y esa música que nos lleva irremediablemente a tocar las estrellas a través de los pabellones auditivos. Y de nuevo nos damos un paseo por la vieja Europa para sentirnos poseídos por las gozosas sensaciones, todas ellas disfrutables que emanan de la descarnada música de los alemanes Baumstam y su álbum On Tour aparecido en 1.975. Y es que con este trabajo volvemos a recuperar un tipo de sonido de esos que cuando nos entran, nos llegan hasta dentro, porque son desgarradores, descarnados, todo en uno, que hace del disco un disfrute continuo.
Con unos temas que se sustentan en riffs exasperados y mucho fuzz en el ambiente que no baja ni un ápice durante todo el recorrido del álbum, donde los momentos auténticamente radicales en su concepción se mezclan de manera portentosa con instantes psych progresivos en los que nos llevan hasta donde quieran, como en ese monumento que es Hold Me ¡¡¡ qué pasada, joeeeeeeeé!!! con la voz a tono de la delicadeza de la composición y unas convulsas guitarras que estremecen cuando quieren ¡¡¡ Tremenda, celestial !!!. Las exuberantes guitarras de desgarrada sonoridad también quedan patentes en temas de una densidad que te rasga y te atraviesa, como es el caso de la visceral Fifteen Years Old Mary, que es una estremecedora orgía de sensaciones, Jazz Break o ese arañazo al alma que es Dusty Roads, tres abrasadores desgarros a flor de piel que se hacen con tus sentidos, a la vez que nos ayudan a levitar con otros momentos de calma chicha como son Last Letter, o la maravillosa He's A Liar, realmente una delicia.
Un disco para dejarse llevar, dejarse aplastar y viajar por los senderos de la psych más desnuda dotada de esas andanadas de fuzz que tanto nos apasionan, en la que todo estalla en una brutal anarquía de sonidos guitarreros perfectamente controlados y que te llevan tan arriba... pues eso, no le des pausa a los momentos de gozo y atrevete con esta amalgama de sonidos que impactan y estremecen...
Vuelvo a la carga con otro grupo cuya música me ha dado toneladas de placer en forma de sonidos en esos días de reposo corporal y mental veraniego ( parece que fue hace décadas ), ha sido esta gran sorpresa danesa que atiende al nombre de Young Flowers y su álbum DR Sessions, en el que podemos disfrutar de varias sesiones en los estudios de la radio danesa grabadas entre los años 1.969 y 1.970. Un álbum que es una auténtica andanada de heavy psych destilado con fuerza desde tierras nórdicas ( y ya van unos cuantos los que hemos saboreado por este garito y nos han transmitido maravillosas sensaciones, difícil lo ponen estos nórdicos ¡¡¡ Rediéz !!! a cada cual que traigo me gusta más), en el que la ruda guitarra de Peer Frost te desgarra la piel cuando ejecuta esos riffs musculados que te crujen y esos ásperos solos que te cortan sin misericordia alguna y que llenan de vitalidad y fulgor a este arremetedor trabajo, en unos temas con destellos a grandeza a los que terminas enganchado.
Arrancan con dos temas de agitada atmósfera instrumental que consiguen enganchar al oyente ya desde el inicio, como son The Pusher y sus 13,38 minutos de trabajada intensidad guitarrera y Come Along con un convulso pasaje guitarrero en su parte final, dos temas en los que muestran cierta resonancia a bandas como Cream. También pinta bien por su rudo desarrollo instrumental el cierre Pioneer/Leave My Cryin', otra extensa pieza repartida en dos partes, una inicial de orientación más jazzy gracias al acompañamiento de metales y armónica, muy bien condimentada por una aguerrida base rítmica y otra final de base más hard blues consiguiendo una interesante mezcla de gozosas sensaciones. Otras destacables piezas de acometida bluesy plenos de fuerza que suenan más que bien, son la robusta I Want You To Know que suena lenta, a la vez que intensa, pero sin perder fuerza gracias a un riff pegajoso y un vigoroso solo de guitarra, de esos que hacen daño de lo bien que suena, y la infecciosa Turn Mer On con su rugoso riff que aumenta el poder de la canción, dos estupendos temas repletos del suficiente enganche como para disfrutarlos hasta el cansancio.
Un disfrutable impacto sonoro que encandila por sus tremendos desarrollos guitarreros, de una de las bandas más significativas del panorama danés de la época dorada setentera ... De modo que la invitación a echarle una escucha ya está hecha...
Personal :
Peer Frost : Guitar, Vocals.
Peter Ingemann : Bass, Vocals.
Ken Gudman : Drums.
Bent Hesselmann : Flute, Saxophone. (1970)
Peter Thorup : Vocals, Guitar, Harmonica. (1970)
Seguimos dándonos una vuelta por donde los sonidos nos lleven y como en este garito no tenemos fronteras ( lo eterno no sabe de lugares ) pues nos desplazamos por todos los territorios que tengan algo interesante que pasar por nuestros oídos, así que viajamos con mucho placer a tierras holandesas y nos empapamos de las agradables sensaciones que nos transmite la banda After Tea que nos aplastan con un hard blues de altura, eso que nos gusta tanto, en su homónimo tercer trabajo aparecido en 1.970. Un trabajo fascinante y disfrutable que dejo huella más allá de sus fronteras.
Lo que tenemos ante nuestros oídos es toda una descarga musical tremenda de la que altera los sentidos y captura al oyente, hecho con fuerza y energía, si no, basta perderse en esa brutal andanada instrumental de más de veinticinco minutos en el que la banda luce en todo su esplendor, y que es un estremecedor ataque a los sentidos llamado Trial-Punishment-The End para darse cuenta de ello, en el que la guitarra te lleva en volandas cabalgando de manera salvaje durante todo el recorrido a base de riffs sangrantes y solos afilados que rasgan la piel, con unos devaneos de órgano que provocan un ambiente realmente orgásmico, y que resume maravillosamente lo que el grupo es, quiere y recrea ¡¡¡ brutal y apoteósica !!! , todo un disfrute para los sentidos que uno no se puede perder. Otros momentos álgidos en los que nos llevan por terrenos más bluesy son la abrasiva y palpitante Jointhouse Blues, guiada por una refrescante armónica y con esa guitarra rasgándote con su poderoso riff, además de la excepcional y robusta Let's Come All Together con ese riff tan pegajoso, dos piezas que resaltan de entre lo más recomendable del álbum. En otras, los sonidos más dinámicos de You've Got To Move I se mezclan con delicias complacientes y gratificantes como I'm Here, ambas poseen cierta resonancia psicodélica.
En definitiva, un consistente y genuino disco de hard blues contundente y sin concesiones, primitivo y poderoso, sin nada que ocultar para disfrutar de la Música aplastándote con gusto, y con el suficiente enganche como para no pasar desapercibido ante el amante del buen hard blues setentero. ¡¡¡ Disfrútalo !!!
Personal :
Ferry Lever : Guitars. Vocals.
Ulli Grün : Teclados, Vocals.
Polle Eduard : Bass, Vocals.
Ilja Gort : Drums.
Seguimos viajando por esos senderos musicales repletos de psicodelia de la que araña la piel y, que tan buenos momentos de éxtasis sensorial me han proporcionado durante estos días de reposo vacacional, en esta ocasión nos acercamos a otra de esas bandas que quisieron dar un impulso al sonido West Coast de tonalidades lisérgicas que tanto nos llena, se trata de los angelinos Ivory y su álbum homónimo publicado en 1.968. Estamos ante otra de esas historias olvidadas que cuando los altavoces empiezan a escupir su música, te agarra y no te suelta, y es que tiene un marcado regusto a bandas como Jefferson Airplane o los Doors más que gratificante. No es que sea una joya ¡ vivame dios que no ! que para eso están otras muchas cosas que han aparecido por esta casa, pero si que es una propuesta bastante interesante que gira alrededor de la impresionante y exquisita, maravillosa y sutil, impactante y visceral.... todo eso y mucho más provoca la voz de Chris Christmas que surge por todas partes sumergiendote en un ambiente de desgarradora belleza y entrando en los sentidos hasta llegar a los confines de las entrañas, y junto a ella, los dorsianos teclados se mezclan con una guitarra ácida que provoca sensaciones simplemente alucinantes, y que tienen un papel más que importante en el sonido que llega hasta nuestros oídos.
Cómo he dicho anteriormente, no voy a caer en la tentación de decir que este Ivory es una joya inmensa y bla,bla,bla, ... pero si que se trata de un buen disco de tonalidades psycho que se escucha con mucho agrado, gracias a momentos en los que te envuelven con esa voz de encantadora textura como en la deliciosa A Light, la acariciadora All In My Mind o ese encanto llamado Grey November, tres momentos de belleza suprema que suenan a gloria, con la voz de Chris Christmas penetrándote por todos los sentidos, porque esta encantadora voz engancha. Otros momentos de auténtica magia serían Free And Easy con ese toque jazzy tan sugerente, o la suave brisa californiana que desprende Losin' Hold. También nos entregan temas de pura psych de altos vuelos, donde la energía estalla por todos lados, como en la tremenda A Though, con una guitarra fuzzy que levanta la piel, la descarnada Silver Rains, de nuevo con una guitarra fuzzy que lacera los oídos o la visceral I, Of The Garden, con un órgano maravilloso y la voz que te agarra y te hace parte de ella, tres barbaridades psycho con el que la piel vibra y los sentidos se ponen a punto, contundentes y duras en ocasiones como para aplastarte pero siempre con ese halo de belleza que llevan en su interior.
En definitiva, un grupo apasionante, o al menos a mi me apasiona cuando lo paso por los altavoces, con sonidos de tremenda psycho que golpean sin cesar las neuronas y no dejan indiferente, que están perfectamente engarzados con momentos de melodías más suaves que mueven los sentidos en direcciones opuestas.... Un contrapunto precioso ....
Personal :
Chris Christmas : Vocals.
Kenny Thomure : Guitars, Vocals.
Mike McCauley : Organ, Piano, Vocals.
Después de unos más que reconfortantes días de descanso por esas tierras manchegas que me vieron nacer, en los que además de regenerar convenientemente tanto el cuerpo como la mente, he podido dar buena cuenta de toda esa música que tenía pendiente de escuchar, y que estaba almacenada convenientemente en mi mp4 para hacer mucho más plácidos mis paseos matinales por esos áridos caminos que transitaba en mi infancia ( la edad, me hago mayor si, siempre te lleva a tener retos para poder mantenerte en la mejor condición física). Ahora que el retiro ha concluido y estamos de vuelta por estas calenturientas tierras de la meseta, toca levantar la persiana de este chiringuito de nuevo y ponerlo al día con todas esas experiencias musicales que he saboreado durante mis apacibles caminatas y que merecen la pena ser destacadas en este tugurio.
Para empezar como se merece esta nueva temporada, y como en estos instantes el cuerpo no me pide descargas adrenalíticas de alto voltaje, me pide sumergirme en las raíces blueseras, así que nada mejor que darnos una buena dosis de ese blues añejo que tanto me engancha, con otra de esas bandas que tan buenos momentos me hace pasar en más de una tarde solitaria y que en algún momento parieron una obra mas que digna de ser comentada, como es el caso que nos ocupa hoy, la de los británicos John Dummer Blues Band y su álbum debut Cabal quer vio la luz en 1.969. Esta como tantas otras, es otra de esas bandas de las que no tenía ni pajolera idea hasta no hace mucho, que alegría da cuando suena por los altavoces un disco, del que no sabes nada, y perderse en esa vorágine necesaria de placer, que sabes que ese momento de disfrute es solamente tuyo, y si además te encuentras en su interior al inquieto guitarrista Tony T.S. McPhee ( por el que siento especial devoción ), pues solamente hay que disfrutar del momento.
Un ardoroso british blues es lo que se respira durante todo el recorrido de este primer trabajo de la banda, donde dan vida a temas propios y versiones, consiguiendo que todas y cada una formen parte de un todo que resulta maravilloso. Rhythm & blues fogoso dominado por la armónica es lo que sale por los altavoces en la inicial I Need Love, con ese ritmo que te engancha a la primera, o en la rabiosa Low Down Santa Fe, dos temas que son toda una celebración de los sentidos, rítmicas e intensas, que nos sirven para entrar en la autopista del blues de raices con unos cuantos temas como Just A Feeling, No Chance Whit You, o When You Got A Good Friend, que suenan negros, muy negros. Pero donde realmente buscan la esencia más pura del blues son en las enormes revisiones que hacen de clásicos como Hound Dog de Johnny Otis, Welfare Blues de L. Thompson, Young Fashioned Wa y Blue Guitar de Willie Dixon, o Sitting And Thinking de Muddy Waters, en las que T.S. McPhee se desenvuelve perfectamente al mando de las guitarras. ... Se nota que estos tíos se gustaban tocando, y eso lo transmiten rápidamente escuchando todas estas canciones impregnadas del mejor aroma de la América profunda ...
Si señor, un muy buen disco, variado, recorriendo los mejores sonidos del british blues sesentero. Un disco para disfrutar de lo lindo de ese blues rudo que tan buen regusto deja, y como es costumbre por esta casa, bastante desconocido, por lo que creo que perder un poco de tiempo en echarle una escucha merece la pena, ya que todo el es una auténtica gozada lo mires por donde lo mires. ... Otro grupo que tiene abierta para siempre la barra de este tugurio, mas aún sonando como lo hacen en este Cabal ...
Personal :
John Dummer : Drums.
T.S. McPhee : Guitar, Vocals.
Dave Kelly : Bottleneck Guitar, Kazoo, Vocals.
Thumper Thompson : Bass.
John O'Leary : Harmonica.
Jo Ann Kelly : Vocals.
Bob Hall : Piano.
Otra gozosa expresión de la época gloriosa de la psicodelia se asoma a este espacio veraniego ( en el que el fuego se eleva por todo mi cuerpo ) para dejarnos una excelsa obra de innombrable belleza. Este disco que nos visita hoy The Open Mind de la banda inglesa de mismo nombre es una de esas exquisiteces que no tuvieron gran repercusión en su época perdiéndose en el anonimato, pero que escuchado a día de hoy podemos decir que es un trabajo realmente excitante de sonido lisérgico, por momentos bastante desbordante y a la vez muy exquisito y sofisticado en la parte vocal, lo que le hace ser toda una delicia sonora. ... Para el que suscribe una auténtica joyita dentro de la magna cantidad de geniales obras que nos dejó este mágico y envolvente género, como fue la psicodelia sesentera ...
Un trabajo que tiene mucho y bueno, todo el se escucha con un gozo tremendo, pero cuando hablamos de los momentos más inspirados que atesora esta apasionante obra, pondríamos unos cuantos estallidos ácidos que tienen ese punto de impacto que llega, con ese sonido de guitarras de poderosas sensaciones que tanto me gusta, como es el caso de la tremenda Magic Potion, que nos lleva de viaje por ese ácido que es una autentica acometida sonora que quema los sentidos y algo más ¡¡¡ Simplemente genial !!!, la mágica Dear Louise con una deliciosa guitarra que le da una suave y sensual acidez al tema, la inmensa I Feel The Same Way Too, con esa vibrante melodía que no para de estremecer y que te invita a soñar perdiéndose entre sus notas, la delirante My Mind Cries con su fogoso solo de guitarra, o la estruendosa Thor The Thunder God, con su demoledora intensidad lisérgica, auténticos disparos a las emociones que te van enganchando sin mucha dificultad. Reminiscencias a los Who nos dejan la siempre atractiva Try Another Day, o la fantástica Horses And Chariots. La fuerza vocal se acopla perfectamente en temas en los que crean exuberantes atmósferas, como sucede en la grandiosa Free As The Breeze o en la deliciosa Before My Time.
Disco para sorprenderse y gozar de lo lindo, siempre desde la perspectiva de lo desconocido, de lo que no fue y creo, en mi humilde opinión, que pudo ser mucho más. ... Un disco que hay que escuchar porque todo hay que disfrutarlo, y este vaya si se disfruta ...
Personal :
Terry Martin : Vocals, Rhythm Guitar.
Mike Brancaccio : Vocals, Guitar.
Tim du Feu : Bass, Piano.
Philip Fox : Drums.