Vuelvo a rebuscar entre la pila de material acumulado pendiente de escucha y recupero un artefacto que tiene ya unas semanas y escupe hard blues-psych en toda regla por todos sus surcos. Desde San Francisco llegan estos pajarracos llamados Fox que hicieron su puesta de largo en 1969 tras la disolución de Day Blindness ( banda que pienso guardarme en la manga para una próxima entrada ) y nos dejaron este único álbum de titulo San Francisco Session 1969-70. Este trío te llena la cabeza de un primitivo y áspero hard blues-psych que está cargado de un sonido tan crudo como un chuletón servido en su propia sangre, a base de pesados guitarrazos llenos de fuzz en continua saturación que actúan como desfibrilador sónico sacados de la guitarra de Gary Pihl ( como dato curioso, a inicios de los ochenta llegaría a formar parte de los archiconocidos Boston), y que son trasladados sin contemplaciones hasta nuestros castigados altavoces.
La voladura de neuronas esta servida desde que comienza a sonar la combativa Susie S. Kalator, con la guitarra distorsionando a tumba abierta, que no hace mas que confirmar el poderío sónico de este trío que desde luego no deja indiferente con su pesado sonido. Las guitarras siguen escupiendo fuzz por los altavoces en temas algo menos agitados como Sun City o I Can't Take It, en los que las guitarras y las voces son melodía y actitud, pero sin perder nada de aspereza. Pero donde de verdad me gustan estos chicos es cuando le dan al saturado blues y te sueltan temas que son para no dejar de pinchar en varios días como Keep On Livin' This Way, con unas guitarras que te sacuden en la cara y escuecen, y con unos juegos vocales que invitan a tararearlos de lo resultones que son. Lo cierto es que tras este tema el disco se viene arriba y se despachan a gusto con un pelotazo de aúpa cargado de riffs entrecortados que electrifican los altavoces y adornado con un efectivo trabajo de voces como es I Was Alone, un tema correoso con fantástico trabajo de Pihl incluido al que le sigue para cerrar el álbum un no menos estupendo Geraldine, un medio tiempo de magníficas guitarras y una base rítmica bien conjuntada. ... Y así se finiquita este mas que recomendable trabajo, que está repleto de temas que cuando se pasan a cierto volumen hacen que te piten los oídos, y que me ha hecho retroceder en el tiempo y recordar unos años en los que un servidor era un alumno tratando de asimilar esos sonidos que marcaron una forma de vida ...
Este álbum me ha cogido por sorpresa y me ha dejado un relativo buen sabor de boca, tengo la sensación que va a perdurar en el tiempo, porque esta desconocida banda tiene su punto y merece la pena no echarla en saco roto.
Personal :
Gary Pihl : Guitar, Vocal.
Johnny Vernazza : Bass.
Roy Garcia : Drums.